Calvario
En una suave colina próxima a la población se localiza el conjunto del Calvario. Presenta un buen estado de conservación: en el propio camino de ascenso, peirones y capillas. Como es habitual en estos conjuntos, tiene un claro protagonismo el ciprés.
El ‘camino de oración’ tiene como punto de partida un amplio arco de acceso o portal. En él se abre una pequeña hornacina; y presenta una interesante decoración distribuida en su clave y sus grandes dovelas. Un buen número de estos motivos son alusivos a la Pasión de Cristo: corona de espinas, clavos, látigo, esponja, tenaza, etcétera.
Las catorce estaciones del recorrido o vía crucis se singularizan con peirones y con capillas, en donde se colocan los pequeños murales cerámicos en los que se representan las escenas correspondientes a cada una de las pausas o estaciones.
Los peirones, de sección cuadrangular y remate piramidal, y los cipreses que jalonan el camino marcan el ritmo ascendente del recorrido. Tres capillas subrayan el inicio del trayecto (primera estación), su punto intermedio (séptima estación) y el final, con un edificio en el que se aúnan las cuatro últimas estaciones.
Las tres capillas son de planta cuadrangular, y presentan cubierta a doble vertiente realizada con teja y vanos de acceso abiertos en arcos de medio punto. La correspondiente con la séptima estación tiene en su clave una inscripción que informa que fue realizada en 1779 “a expensas de dos devotos”.
La capilla más alta y que marca el final del recorrido es de mayores dimensiones y, a diferencia de las otras dos, está realizada en su totalidad con piedra sillar bien escuadrada.
Contacto
- C. Calvario 44570 Calanda